La pandemia silenciosa
La covid se ha llevado por delante muchas vidas, y ha dejado con secuelas físicas a muchas de las personas que lo han padecido, tales como fatiga, cansancio, deterioro cognitivo…Pero, ¿qué nos ha pasado a nivel psicológico?, ¿existe la ``ola invisible ́ ́?, ¿el distanciamiento social ha complicado todo?
Durante el confinamiento en 2020, nuestras relaciones sociales y nuestras obligaciones laborales desaparecen de un día para otro, podemos quedarnos en casa y posponer todas aquellas cosas que tenemos pendientes, ya que algo más importante está sucediendo en el mundo. Es en ese momento donde entra en juego la evitación. La evitación parece la mejor solución a corto plazo para muchos problemas, pero a largo plazo ¿también funciona?.
Pongamos un ejemplo, María tiene que entregar un informe en el trabajo con el que se siente insegura. Ese día, cuando el jefe se lo pide, María teme que le vaya a decir que no está bien, su corazón se empieza a acelerar y empieza a sudar, por lo que le dice que no ha podido acabarlo debido a que aún le falta información para ello. En el momento, María se siente aliviada y se le pasan todos los síntomas, pero posteriormente se da cuenta de que su problema sigue ahí. ¿Fue una buena solución?
A raíz de la situación del covid, la evitación se ha convertido en la base de la vida de muchas personas, llegando a generar problemas como ansiedad o depresión. Quedarse en casa y posponer tareas, no retomar las relaciones sociales, no volver a hacer deporte, no frecuentar aquellos lugares que nos ayudan a desconectar como los bares o el cine...
Además, los mensajes recibidos durante la pandemia en muchas ocasiones son contradictorios: por un lado escuchas que ya se puede salir, que abre la hostelería... mientras que por otro dicen que los casos de covid han aumentado, que las UCIS se encuentran bajo presión... De esta forma, estos mensajes nos generan una incongruencia, que nos crea: incertidumbre, desconfianza, miedo al futuro, aumento de síntomas ansiosos...
Otros factores que pueden afectar a la salud mental de las personas durante la pandemia son: la repercusión de la infección y los cambios físicos provocados, el desempleo, la pérdida de personas cercanas...
Es por todo esto, que la pandemia no solo ha tenido una repercusión física, sino también psicológica. Los profesionales de la salud mental pueden ayudarnos a gestionar todas estas circunstancias y a adaptarnos a todos los cambios que estas suponen.
